lunes, 9 de mayo de 2011

De la Fe, el Recuerdo y la Esperanza

Cierto es, que, aunque ya ha pasado la semana santa, nuestro trajín acaba de empezar. Pese a que, ahora sí, el incienso de canela y vanilla, no es más que un recuerdo de los órganos sensoriales de nuestro cuerpo, la alegría, por volver a verla, por sentirla de nuevo entre nosotros, por nuestras calles, es patente y contínua, si muchos supieran, la verdad de este sentimiento, nos mirarían con otros ojos. 
Este sábado nuestro coro Rociero, actuó, tras un periodo de inactividad suscitado, entre otras cosas, por centrarnos en la Estación de Penitencia al cien por cien, se pueden imaginar, que ni una sola palabra mala, pues sono impresionante, la división de voces y la amplitud armónica que en ocasiones se llegaba a alcanzar ponía los vellos de punto hasta a los propios cantantes, que disfrutaron de una bellísima boda, dos grandes personas a las que desde aquí les deseamos todo lo mejor para el futuro y para el presente, y como les cantó Rocío, siempre, con la Virgen con los Dos. La próxima cita de nuestro coro, será este sábado que entra, en una nueva boda, donde podrán disfrutar de nuestro empeño, y de nuestro amor a la bendita madre de la Esperanza. 
Por otro lado, ayer Domingo, se retiró, ahora sí, toda la decoración, alrededor de la cruz de Mayo que estaba instalada en la plaza de la localidad, quedando ya sólo la cruz, que como viene siendo tradición, se quedará hasta que las flores pierdan todo su explendor, y se recojan para quemarlas, de esta forma, nuestra hermandad contínua por tercer año consecutivo, con una tradición, que se perdió en nuestra localidad, y que sin duda es algo que tenemos que volver a recobrar en nuestro pueblo. Que las cruces, llenas de flores, cuelguen de ventanas y balcones, adornando nuestra fe y dando sentido a la misma, recordando a todos, lo que Jesús hizo por nosotros.