Uno de los factores de los que llevamos un tiempo sin hablar, es sin duda, el tema de la realización de los estatutos diócesanos para las hermandades y cofradías, que desde nuestra diócesis se ha mandado a hacer a las cofradías, nuestra hermandad fue la primera de nuestro pueblo en realizarlos, y así consta en el ministerio de asuntos religiosos, y aún que los estatutos y RRI están en proceso de revisión, de momento tenemos el trabajo ya hecho, gracias a Dios. El plazo, para la realización voluntaria de los estatutos, por llamarlo de alguna manera, finaliza en febrero del año 2012, apenas si quedan 5 meses, apartir de entonces, la diócesis, dará un toque a aquellas cofradías, y juntas mayores que no los hayan realizado. La pregunta viene dada por ¿qué sucederá con aquellas cofradías que se nieguen en rotundo a realizarlos?, deberá ser un movimiento tanto de la diócesis como de la propia junta mayor, en el caso de intentar convencerlos hasta el final, y si aún persisten, imagino que se deberán tomar medidas, como hasta la propia negativa a que procesionen según se llego a comentar en la explicación de estos estatutos el año anterior en Rojales en el encuentro provincial de cofradías, ya que eso normal que no se llegue a entender eso de "De la Iglesia pero sin la Iglesia". Muchas cofradías de nuestra provincia, fueron fundadas por familias, que pagaron sus enseres y demás, pero abrieron la entrada a la misma a cofrades en general, con lo que, si se realizan los estatutos, tal como se estipula en ellos, dicha cofradía y su gobierno será de todos los cofrades, ellos serán los que tomen decisión sobre la propia cofradía, y en el caso de la disolución de la misma como bienes eclesiales, pasarían a ser administrados por la diócesis.
Por nuestra parte siempre defendemos y defenderemos la integración de todas las cofradías, penitenciales y de gloria, en la diócesis, ya que de esta manera los cofrades son los que regirán la vida de sus cofradías, y, errores garrafales de antaño por desastrosas y caóticas administraciones de algunas de ellas, se podrán evitar con una cesión a tiempo, o una rectificación en el modelo a seguir, siempre bajo la supervisión de la diócesis, y en todo momento de la legalidad, amparada en el derecho canónico y en el código civil.
Por otro lado, la integración de las cofradías en la diócesis, indica que, tarde o temprano, las cofradías, tomen su justo lugar, y sean, las que, como sucede en otros puntos de nuestra geografía, lleven las parroquias, y la fe hacia adelante, pués si no, ¿Que sentido tiene una cofradía?.