Que el inicio de nuestro curso cofrade, desde nuestra fundación, siempre ha venido estresado, no es nada nuevo, y lo sabemos de sobra.
Este fin de semana, para dar buen cumplimiento a esta premisa, hemos tenido de todo y de forma combinada.
Como ya saben nuestros lectores, este fin de semana nos hemos vuelto a marchar de feria, la 7º y última feria de nuestra hermandad que ha ayudado a la parroquia de Rafal, y que cierra el ciclo de ferias de este año Una vez más ha sido algo muy grande el compartir buenísimos momentos con gente tan buena, y disfrutar de la pedanía de la Virgen del Camino, cuyos vecinos se han volcado con nosotros hasta el punto de, en una de las noches, y tras ser ocupadas las 250 sillas, se trajeron mesas y sillas de sus casas para disfrutar de nuestra comida y nuestro ambiente, además el último día, ayer Domingo, y tras la procesión, se ocuparon todas las mesas y sillas que teníamos y eso que al día siguiente era laborable. Además la fe y la confianza en Dios una vez más ha vuelto a estar presente con proyectos futuros, como es la formación de un grupo de vida que se reúna mensualmente, algo que puede ser muy positivo.
Por otro lado, y combinándolo con la feria, nuestro coro ha tenido 2 actuaciones una en una serenata en la vecina localidad de San Isidro y la otra en el Iglesia conventual de Orito, una iglesia preciosa con una acústica inmejorable y que ha sido el pistoletazo de salida a las actuaciones de nuestro coro de este mes y que terminarán la última semana de Septiembre con 4 bodas, a destacar las numerosas felicitaciones que recibió nuestro Coro Rociero Virgen de la Esperanza, por parte de los invitados a la boda.
