viernes, 23 de noviembre de 2012

Ahora que me haces falta....

Cuando empiezas a mirar, empiezas a ver, y te das cuenta de muchas cosas. Ves a tu alrededor y te das cuenta de una realidad que o bien evitabas o bien no veías, esa realidad, pese a que no la entendamos es la que nos acerca a Dios, a Él. Los tiempos que nos han tocado vivir no son más que los que se derivan de una situación contínua de conflicto entre como debemos ser y como somos, nunca se quiere decir con esto, que alguien tenga que venir a imponer un modelo de vida, un modelo de moral y de ética, y sobretodo un modelo tal como se cree que se debe ser, si no que simplemente hay que ver referentes y el amor llevarnos a ellos, reiteramos, el amor.  Por que en estos momentos proliferan aquellos que saben lo correcto de todo y si se ve más allá de lo que aparentan se ve su realidad..., y el amor no se debe de imponer, se debe de encontrar y comprender. Si miramos la historia vemos como a lo largo de la misma hay referentes que se han acercado mucho a Él. 
Es decir, si alguien dijo una vez que 2+2 son 4, yo cuantas veces lo haga, siempre me dará cuatro. Nuestros referentes son los que se acercaron a Él, a través de su amor, y encontraron que igual que aquel hombre bueno que quiso venir a nosotros, cargó, sufrió, y fue perseguido; nosotros, cargaremos, sufriremos y seremos perseguidos, hasta por nosotros mismos ( difícil de entender esto, pero verdad). Dentro de las cofradías, el vivir por y para las imágenes suele ser lo principal, pero si estas no nos dan el pie para lo que fueron creadas, dejan de tener sentido. Si una imagen no promueve en mi la necesidad de Caridad y de amor fraterno, es como mirar un armario, más bonito, pero con la misma función, uno guarda ropa y otro guarda sentimientos, ya está y hasta el nombre deja de tener sentido. 
Es por ello que desde hace un tiempo cada viernes hablamos de este tema, para, tal vez, algún día llegar a descubrir el amor supremo en Dios, y entender que en el sufrimiento, entendido como alegría, como lo único real que a día de hoy tenemos, lo único que realmente podemos decir que es nuestro: Está el verdadero Dios, por que el sufrimiento es amor, es entrega, es sacrificio, es comprensión, es devoción, es cariño, es todo lo bueno que existe. Un nazareno entiende que aguantar muchas horas, sufren los pies, sufre el cuerpo y hasta sufre el alma el cansancio pero sabe que es su forma de amar, o como un costaleros sabe que es cargar, llevar y aguantar el amor sobre su costal. 
 
San Francisco de Asís siempre hablaba de amor, con todos y con todo. Y hoy para terminar os dejamos una bellísima oración que nos describe perfectamente que es el amor. Hay que ver, la vida como es, y sobretodo, lo que nos está enseñando desde que nos llamó.

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.