martes, 8 de marzo de 2011

El amor es la Esperanza

Hace tiempo, me preguntaba como surgieron esas cofradías centenarias, consolidadas hoy en día como modelos de vida cofrade, de amor a Dios y transmisores de Bien y Paz, me preguntaba si ellas pasaron por donde nosotros, el trabajo duro del principio, las miles de frustraciones, el durísimo trabajo, el empeño incansable por hacer las cosas, pese a que la mayoría de veces siempre se va a contra corrienta, las decisiones difíciles, los problemas... . A noche, sin irme muy lejos, escuchaba, en el programa de RLC, la historia del Palio en Sevilla, como al principio, fue algo que muchos rechazaron, que se llevaron las manos a la cabeza, y que pusieron el grito en el cielo, pero la Soledad de San Lorenzo siguió con ello, y  hoy, el palio en un paso es algo que levanta pasiones, lo mismo sucedió en Elche con la Esperanza en el año 1983.... y mi respuesta llegó aquí, imagino que así empieza todo, nadando siempre a contracorriente, pero con ayuda, de la que apenas nos damos cuenta, con muchísima ayuda, divana claro. Por que es divino, el que haya gente que haga cosas de corazón, es divino que haya gente que se implique sin nada a cambio, es divino que haya gente que se preocupa por los demás, es divino llamar hermano a alguien que no llevaba físicamente tu misma sangre, pero que sin dudarlo la daría por ti cuando lo necesitaras, es divino comprender al cansado, animar al decaido y frenar al inquieto... y por eso, aún que al principio las sombras están presentes, siempre está ese farolillo de luz viva, como el de la sierra de Callosa de Segura, que te alumbra por donde ir... y hay que tener claro... que los que empezamos... somos la manzana que acaba de nacer, que la golperá la lluvia, la quemará el sol, y la moverá el viento... pero esos mismos cuando la manzana caiga al suelo, serán necesarios... porque la lluvia la regará y hará brotar de sus entreñas las raices, el sol la hará crecer y el viento llevará su polen para fertilizar otros árboles... la lastima es que los que empezamos ahora, no veremos en que arbol nos convertiremos, por ello... cada segundo que se está construyendo, debe ser por y para ...........: el hermoso, radiante, gigantesco y fuerte arbol, que nuestros ojos no verán, pero que tanto enseñarán a otros.
Cuanto Amor.