Hoy se cumple un año, desde que la emoción, se tornara Esperanza. Tal día como hoy, hace un año, se le daba vida y amor a nuestra madre, a nuestra titular, entre el recuerdo de nuestra anterior imágen y con el orgullo de haber sabido actuar corréctamente ante el intento de Urto de la Iglesia parroquial de la anterior titular, el día anterior. Ambos dos momentos, ya están escritos en nuestra historia, y forman parte de la misma, sin olvidarlos nunca, y como no puede ser de otra manera, fojándola paso a paso.
Hoy un año después, y pese a las voces que en aquel momento se aprovecharon de aquellos menos buenos y buenos momentos, podemos demostrar que nuestra hermandad ha seguido trabajando, siempre gracias a Dios, y nuestro trabajo es nuestra muestra de seguir adelante, siempre por ella, nuestro amor a nuestra titular, porque nadie dijo que esto iba a ser fácil, y lo más facil, siempre, es abandonar, ante cualquier problema, o ante cualquier desavenencia, pero lo realmente correcto es seguir, seguir amando, echarte encima la cruz, que siempre hay que llevar, y disfrutarla, pues siempre te das cuenta de que en ese peso, nunca vas solo, siempre te ayuda Dios con ella, y cuando miras atrás y ves solo unos pasos caminando, no pensemos que son los nuestros, ni pensemos que estamos solos, tal vez, esos pasos son los de Dios, que nos ha ido llevando en brazos, porque la turbación ha podido con nosotros, y nos lleva así hasta que podamos volver a caminar. Hoy gracias a todos, los buenos, por enseñarnos como ser, y los menos buenos, por enseñarnos como no ser, podemos volver a apoyar los pies y poco a poco aprender a caminar. Y es que ya ha pasado un año, y como no puede ser de otra forma, al amparo de ella, con su Quinario por delante, con la coronación tan cerca, con el recibimiento de los más de 30 cofrades nuevos y con el trabajo del palio entre las manos, y eso siempre siempre siempre, Gracias a Dios y a su bendita madre, nuestra ESPERANZA.