Muchos somos los que miramos al cielo en estas fechas, implorando, para que, la inestabilidad que tanto se está anunciando, no llegue hasta pasado el Domingo de Resurrección, pese a que ya se están anunciando pronósticos poco favorables que hablan de una inestabilidad casi generalizada. Pero creo que este año, la inestabilidad, no solo recae en la lluvia que desde el cielo nos pueda llegar, si no que, y pese a la rogativa de muchas cofradías, nose ha cambiado la cita del partido de futbol que sin duda empañará la jornada del Miercoles Santo. Hace pocos días salió en los periódicos que la procesión de San Vicente del Raspeig de Miercoles Santo se pasaba al Martes, ¿Esa es la opción? ante la negativa de un cambio de fecha de dicho partido. O lo que muchos capataces de las capitales temen, que en el paso se vaya con pinganillos escuchando el partido, bien nazarenos o bien costaleros, que con esto de que unos van con antifaz y otros bajo trabajaderas no se les ve. En cuanto a esto último, creo, que cada uno es lo suficientemente adulto, para saber que está llevando sobre sus hombros y el respeto que debe de tenerle, lo que está claro es que la decisión ante pinganillo o no pinganillo,será la que después, a la hora de prostarte ante ella, para pedirle algo, a lomejor la Virgen también lleva pinganillo y no te escuha.
En cuanto a lo del cambio de fecha de la procesión creo que tampoco es la mejor opción, pues así empezamos a restarle importancia a algo tan importante como nuestra fe.
Lo que si es cierto, es que esta es, seguro, una prueba que nos pone Dios, para ver, hasta donde somos capaces, por eso las cofradías que salgan ese día tienen que ser fuertes, alentar a sus costaleros y nazarenos, que seremos muchos los que, los acompañaremos y arroparemos y llenaremos las calles alabando su esfuerzo, su trabajo y glorificando a Dios y a su bendita, por las calles de nuestro pueblo o por las calles de cualquier rincón de nuestra Pais,